lunes, 27 de junio de 2016

Un zumbido molesto

Considere irremediable todo lo que le pasará mientras esté bajo este techo; será breve, pero entienda que el asunto que nos ha convocado es personal, en mayor medida para mi, que soy la víctima de una traición. Estoy seguro de que ambos extraeremos importantes enseñanzas de estas horas, y créame cuando afirmo, que el dolor que le causaré es por, llamémosle, imperativo ético.

¿Cómo dice?.. No señor, usted no es inocente, ni siquiera por aproximación. Su responsabilidad en mi ruina está fuera de toda duda ¡Deje de lloriquear, coño!

El filete chateaubriand está en su punto y de la cerveza mejor ni hablar, pero hay un zumbido que me está jodiendo; es ese gilipollas que aún no se ha concienciado del momento histórico que le ha tocado vivir.
Por cierto, y siguiendo los consejos del médico, no me conviene abusar del agua con gas..¡Calla de una maldita vez!

No amigo, deje de mirarme con esos ojos de besugo, no puede implorar clemencia aquel cuyos actos desataron miedo y destrucción. Olvide cualquier súplica, más aún cuando veo que se ha olvidado de la terapia que me aplicó.
Fueron seis días de miedo y dolor ¿mi culpa? la de ser un inspector de Hacienda con el suficiente estómago como para no digerir el menú que sirven los amantes del poder sin fisuras; del orden con una ligera capa democrática. Nunca me ha sentado bien comer en círculos cerrados.
Dolor y odio se incubaron en mi alma, pero cuando usted se cruzó en mi camino la respuesta llegó antes que su antónimo.

¿He sido muy brusco con el taladro? Lo siento, pero lo compré hace un par de días y a estos cabrones percutores inalámbricos hay que pillarles el punto ¿le duele el brazo?
Pobrecico, seré más cuidadoso con el cuchillo estilo japonés,porque contrariamente a los tópicos, los de Letras sí estamos versados en el manejo de herramientas.

Le sigo contando. Después de zafarme de sus atentos cuidados, y con la ayuda de ese amigo del que casi todos carecemos, fui recuperando mi existencia, borré lo superfluo y grabé a fuego todo aquello que jamás se debe olvidar cuando de acabar con un hijo de la gran puta se trata.

¿Qué cómo llamaría lo que estoy haciendo? Joder, pues sin duda alguna esto no es más que la respuesta ética de un superviviente.